lunes, 12 de marzo de 2012

Vacaciones de 2012 - Resto del Paseo por Salto y Tacuarembó

  Me concentré totalmente en lo que iba experimentando y además me quedé sin conexión a Internet en el Valle Edén, así que quedaron suspendidos mis comentarios diarios.

   Disfrutamos mucho toda la vuelta, los días en las Termas de Salto Grande y el Hotel Horacio Quiroga, que es como hacer un tratamiento termal intensivo y general, por fuera y por dentro, porque el agua termal se usa para beber bien fría, bañarse, lavarse la cabeza, nadar, zambullirse, hacer gimnasia acuática, dejarse masajear en un giacuzzi o ponerse una línea de cremas para después del sol, etc.; disfrutamos la visita a los parientes que viven en Concordia, Argentina; disfrutamos el recorrido de Salto a Tacuarembó por la ruta 31, por los viejos lugares de mi infancia y también por el resto de la ruta que no conocíamos, y que va de una zona de grandes naranjales a la salida de Salto a zonas de forestación al llegar a Tacuarembó, pasando por grandes extensiones ganaderas y de muchos ovinos, imagen rara en los últimos tiempos por el sur del país, y recorriendo un camino que va por lo alto de unas serranías, apreciándose desde arriba la zona de Arerunguá, con su monte en galería y paisaje ondulado.

       Después, el Valle Edén y el excelente museo de Carlos Gardel, dedicado a demostrar que el cantor nació en Tacuarembó (más precisamente, en el mismo Valle Edén), y que vale la pena conocer. Frente al museo hay una posada (en la que nos quedamos por 2 días), donde se puede almorzar comida casera, especialmente a base de cordero (las milanesas y el asado de cordero estaban muy buenos).

       Y la Fiesta de la Patria Gaucha, con su competencia de aparcerías (este año con el tema de "La introducción de la ganadería en el Uruguay"), la elección de "La flor del pago" (salió electa la "flor" que fuimos a apoyar), las jineteadas, un remate de caballos, cantores criollos, y gente joven y no tan joven que se ponía a bailar polkas criollas con mucha alegría y entusiasmo; también había stands donde comprar recuerdos de la Patria Gaucha, ropa de campo, botas, facones, recados, frenos, bozales, lazos, y todo lo necesario para vestir al hombre de campo y a su caballo. Todo el pueblo y mucha gente venida de otros lados se reunió para desfilar el sábado, pero no lo vimos porque ese día temprano emprendimos la vuelta a casa.

lunes, 5 de marzo de 2012

Vacaciones de 2012 - Segunda Etapa: Termas de Salto Grande y Hotel Horacio Quiroga - I

1) Caminatas

       En cuanto llegamos, descubrí que el hotel propone actividades y que una de ellas es, todos los días, una caminata aeróbica por el Parque, guiada por una profesora de educación física. Obviamente, me sumé encantada. Media hora después de llegar, ya estaba disfrutando de uno de los caminos que hay por dentro del parque del hotel (unas 200 has.), mientras M. dormía para recuperarse de varias horas de manejo, calor y carretera.

       Mientras caminábamos, la profesora me iba (el primer día) y nos iba (el segundo, a mí y a un grupo de 4 franceses) contando de la historia del lugar, de como el predio pertenece al Estado uruguayo, pero que está en concesión durante 99 años bajo la condición de que sea mantenido y protegidas su flora y fauna, nos habló de como no se pueden talar árboles, como el hotel surgió a partir de las casas de los ingenieros que construían la represa de Salto Grande, como se traen pescadores VIP de muchas partes del mundo, pero que la pesca debe ser "con devolución" o sea que los peces deben devolverse al agua, etc. Nos mostró el pozo de donde sale el agua termal y la planta potabilizadora que hace que aquí, de las canillas salga agua termal que se puede beber sin problema.

     El parque es hermoso (según uno de los franceses, una parte por la que pasamos parece un paisaje suizo), pero mi queja personal es que veo demasiadas variedades foráneas y no tantas autóctonas como quisiera. Hay una gran variedad de árboles creciendo con la exuberancia del eco-sistema Salto. Vi robles de diferentes variedades, ciprés calvo, paraísos, álamos, pinos, eucaliptus, sauces llorones, tilos, ¡chivato o flamboyant!, etc., además de ibirapitá (en este momento, mostrando sus flores amarillas), timbó, jacarandá, ceibos, espinillos, sauces criollos, plumerillos, etc.

      Se ven gallinetas, muy mansas, pasando de un lado a otro de los caminos; vi bandadas de pájaros blancos, que no pude identificar, volando en formación de emigración; hay una invasión de golondrina que da gusto ver todas juntas (¿será Salto una parada en su camino de emigración?), y ayer pude ver una familia de carpinchos, con muchas crías, comiendo tranquilamente. Desde una de las piscinas del hotel, junto al lago de la represa, estuve un rato siguiendo el vuelo rasante de un pato que volaba a milímetros de la superficie del lago, pero sin tocarlo.

     Al volver de la caminata, ¡al agua! Deliciosa...

  

domingo, 4 de marzo de 2012

Vacaciones de 2012 - Primera Etapa: San Antonio de Areco, último día

    Al tercer día nos levantamos, desayunamos y nos fuimos a tomar mate al parque Güiraldes, junto al río Areco, para hacer tiempo hasta la hora en que las cosas empezaran a abrir (10:30 a 11:00). Teníamos la esperanza de que todo estuviese abierto, por ser sábado y debido a la información recibida de la Dirección de Turismo.

   Pero fuimos otra vez hasta el Museo Güiraldes, cerrado, pasamos por frente al Zoológico y Jardín Botánico, cerrado, y fuimos finalmente hasta el platero ubicado en la calle Matheu 433, quien tiene también una muestra de antigüedades criollas; ese artesano (nos dijeron que es también director de otro museo del lugar) salía en el momento que llegamos, y nos dijo que su muestra estaba cerrada (aunque estábamos dentro del horario publicitado).

     Nos quedamos finalmente en la casa de al lado, llamada "La Olla de Cobre" donde hacían chocolates artesanales típicos del lugar. En ese momento, a la vista, estaban preparando huevos de pascua, pero no me animé a llevar ninguno porque seguramente no iban a llegar sanos. De todas formas, me llevé unos cuantos chocolates, lo que me generó el problema (que no se me ocurrió en el momento) de como hacerlos llegar a destino sin que se derritan.

    Después de dejar los chocolates en la Posada, nos fuimos a conocer la Parroquia de San Antonio de Padua. Justo llegamos en el momento en que había una visita guiada, a la que nos plegamos. Me plegué en realidad, porque mi marido quería irse enseguida. La parroquia me pareció muy linda y fue muy interesante lo que la guía contaba, aunque le pesqué un par de gruesos errores: dijo que representaba a María Magdalena una imagen que era claramente masculina y que representaba a San Juan al pie de la cruz, y dio una explicación absurda sobre el significado de "teniente cura" demostrando su falta de conocimientos. Dijo que antiguamente se acostumbrara a dar a algunos curas grado militar, por eso lo de teniente!!! No tenía ni idea que se llamaba "teniente cura" al ayudante del párroco, por eso (según ella misma explicó) ayudaba al párroco, bautizaba, confesaba, pero solo el párroco podía dar Misas.
    
    De allí nos fuimos a almorzar al muy recomendado por todos "Almacén de Ramos Generales", que realmente está muy bien amueblado de acuerdo a su nombre y donde se come muy rico. Mi almuerzo de todos los días, en los diferentes lugares de San Antonio de Areco, fue asado de tira con ensalada, muy buenos, pero no mejores que los que como habitualmente aquí en Uruguay.

     Después, ¡la dichosa siesta!! Tanto que otra vez me dormí. A eso de las 5, bajé a leer sentada bajo los árboles del muy agradable, fresco y verde jardín interior de la Posada porque ya no aguantaba más tanto descanso. 

     La tarde la dedicamos a buscar un lugar donde comprar una conservadora para traer los chocolates y mantenerlos frescos,  recorrimos más plateros y anticuarios, fuimos hasta un patio de bailes criollos que hay junto al río, en donde ponen música de diferentes ritmos tradicionales (gato, huella, escondido, etc.) y la gente que quiere, los baila. Un poco más tarde, nos fuimos a conocer Vagues, un pueblo cercano y de rebote, tomamos por un camino de vuelta a Areco que nos mostró un barrio de impresionantes mansiones y casas quintas muy lindas, y que no tenían ni un solo cartel indicador.

    Volvimos a la costanera del río, buscamos un lugar donde comernos unas empanadas argentinas y nos volvimos al hotel. Hoy nos levantamos, desayunamos y nos vinimos, y aquí estamos, comenzando la segunda etapa de mis vacaciones, en el Hotel Horacio Quiroga, junto a la represa de Salto Grande.