sábado, 6 de noviembre de 2010

Cosas chicas para el mundo...

       En estos días previos a mi cumpleaños (¡el infierno astral!) han pasado cosas que me han hecho pensar, más bien preguntarme, sobre otras cosas....

       Sin duda que hay formas y formas de vivir la vida pero ¿cual será a la larga lo mejor? ¿Es mejor no apartarse "del lugar donde empezó tu existencia", como aconseja el Martín Fierro, porque allí están las "cosas chicas para el mundo pero grandes para mí", como lo expresó Elias Regules?

      ¿Quien lo hace se pierde de conocer el mundo entero? ¿O "lo que vale para la aldea vale para el mundo"? (no recuerdo quien lo dijo). ¿Qué gana y qué pierde quien vive por el mundo, cambiando de país por trabajo cada tanto tiempo, siendo siempre un extranjero lejos de sus afectos, pero conociendo las maravillas que hay por ahí en plena libertad de ataduras? ¿O quien comienza un nuevo arraigo en otro país, lejos de sus ancestros, pero iniciando nuevos arraigos y convirtiéndose en los nuevos ancestros? ¿Es totalmente gratificante hacer una gran carrera profesional cosmopolita? ¿Cual sería su costo? 

      Se ve claramente que quien se va a vivir a otro lado, nunca más es plenamente de aquí, ni plenamente de allá. Y eso es para algunos conflictivo, para otros estimulante. A pesar de eso ¿quien les quitaría lo bailado? (bueno y malo).

      De todas formas, yo hace mucho ya que elegí el camino de mis afectos y las "cosas chicas para el mundo pero grandes para mí". Y recuerdo claramente donde y cuando se produjo la bifurcación.

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