lunes, 12 de abril de 2010

De Terror

Y un buen día descubrí a Edgar Allan Poe y sus Historias Extraordinarias. Y tras él, al Drácula de Bram Stoker, al Frankenstein de Mary Shelley (que me dio pena más que terror), a H.P. Lovecraft y los mitos de Cthulhu con sus "narraciones de horror cósmico".

Lovecraft creó toda una mitología, "una historia de las numerosas razas de dioses, demonios, monstruos, hombres y entidades que han poblado la Tierra, que la pueblan y la han de poblar." La base de esta mitología es que, en épocas geológicas remotísimas, nuestro mundo fue habitado y gobernado por grupos de dioses diabólicos y divinidades benévolas, los Primigenios y la gran raza de Yith, quienes cayeron en discordia y se alzaron contra sus creadores, los Dioses Arquetípicos, primeros pobladores de los espacios estelares". Lovecraft creó también, varios libros imaginarios, el más importante de los cuales es el Necronomicon, supuestamente escrito en la Edad Media por el árabe loco Abdul Alhazred, al que hace relatar lo siguiente:
"Muchos y multiformes son los oscuros horrores que infestan la Tierra desde sus orígenes. Duermen bajo la roca inamovible, crecen con el árbol desde sus raíces; se agitan bajo el mar y en las regiones subterráneas, habitan los reductos más sagrados. Cuando les llega su hora, brotan del sepulcro de orgulloso bronce o de la humilde fosa de tierra. Algunos hay de antiguo conocidos por el hombre. Otros permanecen ignorados hasta el día terrible de su revelación. Tal vez los más espantosos y atroces no se han despertado aún. "

Más terrorífico que las descripciones de un monstruo determinado resultan estas alusiones a "oscuros horrores" que dejan campo a la propia imaginación. Existieron dos historias de este tipo que me produjeron literalmente pesadillas: el Wendigo, de A. Blackwood y la leyenda de El Monte de las Animas...¡de Gustavo Adolfo Becquer!

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