sábado, 10 de septiembre de 2011

El Payador

Para B.

de "Cuentos y Leyendas de América Latina" (recop. de María Acosta, edit. Oceano Ambar)

“Hace mucho tiempo, por los campos despoblados del sur andaba un hombre errante que no tenía casa donde vivir ni oficio en que ocupar el tiempo. Era un gaucho diestro en las labores de la guerra, pero en los tiempos de paz sólo sabía recitar versos que él mismo iba componiendo. Le gustaban la fiesta y las mujeres bonitas, pero no encontraba ninguna que juntara todas las virtudes que él andaba buscando. Cuando conocía alguna que le interesaba, pasaba un tiempo con ella y unos días más tarde empezaba a echar de menos las cualidades de las otras mujeres que había conocido.


Al cabo de tanto andar sin encontrar lo que buscaba, el gaucho se sintió solo, y se volvió triste y enfermizo. Entonces se fue a visitar a un viejo hechicero ermitaño en una gruta apartada en lo alto de la montaña. El hechicero era un experto curandero de las enfermedades del cuerpo y del alma. Cuando el gaucho le contó lo que le pasaba, el viejo hechicero le dijo que le daría algo que se parecía mucho a lo que andaba buscando.

- Es un objeto construido con madera de árbol – dijo el anciano – Tiene la forma de la mujer, y el alma de la música, la piel color canela y cabellos largos que tú tendrás que peinar. En el pecho tiene un hueco donde pondrás tu corazón para darle sentimiento.

Después el viejo le entregó una guitarra, que el gaucho sorprendido tomó entre sus brazos. Como si la acariciara, le templó las cuerdas, y al pasar los dedos arrancó las dulces notas musicales que acompañaron sus versos,
Fue así como nació el payador.”

Análisis según el Sistema MBU: "Va del (tipo de personalidad) Arrayán (porque comienza el cuento con el gaucho de fiesta en fiesta, con varias mujeres sin compromiso alguno, solo el de pasarla bien), pasa al (a la personalidad de tipo) Ceibo porque esa modalidad defensiva lo conecta con su soledad y su falta de entrega afectiva. Su sanación se da a través del (la personalidad) Jacarandá por conectarse con el afecto a través del arte.